jueves, 5 de febrero de 2015

DEUDA Y SOBERANÍA NACIONAL

Estamos asistiendo en estos días a la visualización sin paliativos del ocaso de las soberanías nacionales. A partir de la formación de grandes bloques supranacionales como la Unión Europea, con su integración a partir de los estados nacionales, la soberanía es una entelequia. Los nacionalismos que proliferan en los estado nacionales siguen aspirando a ser nación, pero en un mundo tan interconectado y globalizado, tener su pequeña nación se ha demostrado totalmente desfasado. 
En estos momentos en la Unión Europea se ha cambiado la idea de hacer una unión de estados con unos ideales que plasmaron los padres fundadores de la Comunidad Europea: Schuman, Adenauer, etc., por una Europa de acreedores y deudores. Lo estamos viendo en el caso griego. Alexis Tsipras dice que Grecia no acepta órdenes (y menor por e-mail) y promete acabar con la austeridad, pero los países acreedores responden que deben cumplir sus compromisos. Ciertamente, que los compromisos deben ser cumplidos, así lo decían los romanos pacta sunt servanda , pero no es menos cierto que las relaciones entre los países de la Unión Europea, e incluso, del Eurogrupo no se deben limitar al juego de acreedores y deudores, como si de una relación mercantil se tratara. Si tenemos que repartir responsabilidades por la situación a que se ha llegado, los países acreedores también tienen su cuota parte de culpa, y por tanto deben asumirla. Como ha dicho Obama no se puede exprimir a un pueblo como el griego en la condiciones económicas tan lamentables después de siete años de crisis económica con un retroceso del PIB de 25 por 100, y querer que haga frente a la impresionante deuda. 
Grecia necesita tiempo, lo ha dicho su primer ministro Tsipras y el ministro de finanzas Varoufakis. Pero además del tiempo, necesita hacer reformas, algunas drásticas: deben tener un sistema impositivo más progresivo y justo que recaude, pero  a su vez deben terminar con la austeridad, pues de lo contrario jamás su PIB crecerá. Por tanto, el tiempo dirá si el aldabonazo que ha dado SYRIZA en Grecia, llevará a la Unión Europea a la senda del crecimiento y por tanto a la disminución de las deudas de los países del sur, o a la desaparición del EURO y con ello del proyecto europeo.
Manuel Espinosa Ramírez 

jueves, 16 de mayo de 2013

LA IGUALDAD ANTE LA LEY EN ESPAÑA



Frases como "todos somos iguales ante la ley" o "la justicia es igual para todos" se oyen todos los días en los medios de comunicación: radio, televisión, internet... Incluso el rey de España se encargó de recordarlo a los españoles en su último discurso de Nochebuena. Aunque en los últimos tiempos la Casa Real debe estar preocupada por comportamientos de alguno de sus miembros, calificados por ellos mismos como "no ejemplares". Nuestra Constitución en su artículo 14 establece la igualdad ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Asimismo, establece la máxima protección dentro del ordenamiento, pues en el artículo 53 dice que cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 [...] ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Por tanto, estamos hablando de un derecho fundamental que el constituyente quiso darle relevancia pues la igualdad ante la ley es una de las  grandes conquistas del Estado de Derecho.

Una vez delimitada la igualdad ante la ley, ya los constituyentes observaron que una cosa es la igualdad ante la ley y otra la situación de las personas que por su diverso origen social y económico no existe una igualdad efectiva entre ellas. Así, la Constitución en su artículo 9, Título Preliminar, señala que corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social. Haciendo un reconocimiento implícito de que la igualdad efectiva dentro de la sociedad no existe. Por tanto, debe el Estado Social y Democrático de Derecho poner la bases para conseguir la mayor equidad posible dentro de la sociedad.

Pero en la actualidad cuesta trabajo afirmar que el derecho fundamental a la igualdad sea respetado en España por las situaciones particulares de personas que amparadas en su influencia social, política o económica mueven los resortes del poder en provecho propio, saltándose los procedimientos la mayoría de las veces, e incluso forzando a los legisladores y al poder ejecutivo a hacer normas ad hoc. Un banquero es condenado en firme, y desde el ejecutivo se establece una norma para que no se tenga en cuenta esa condena y así pueda seguir de directivo del banco. Hecho escandaloso que la opinión pública ha condenado y que ha terminado con el abandono del puesto del banquero en cuestión. Otro ejemplo es la amnistía fiscal del gobierno del Partido Popular, con el pretexto de conseguir más contribuyentes para la Hacienda Pública hacen una regularización donde personas físicas y jurídicas han podido legalizar ingentes cantidades de dinero a un precio irrisorio, y dando un ejemplo muy negativo de que el fraude fiscal sale barato en España.  

Un caso paradigmático de connivencia del poder económico y de los grupos de presión con los legisladores lo tenemos en la modificación del artículo 305 del Código Penal, De los delitos contra la Hacienda Pública y contra la Seguridad Social, que se ha realizado por la Ley Orgánica 7/2012, de 27 de diciembre, que permite a los defraudadores que han sido descubiertos por investigaciones o revelación de secretos bancarios, como la lista Falciani, en lugar de ser imputados por la Fiscalía, el apartado 4 del art. 305, les permite regularizar la situación tributaria antes de que la Administración intervenga.

Ahora bien, los casos de corrupción están causando una verdadera alarma social en nuestro país en la actualidad. Ante una situación económica lamentable, con una cifras de paro insoportables, un día sí y otro también, los españoles vemos como personas que han estado y están en el poder se han enriquecido de una forma obscena con dinero público. Las causas de la corrupción son bien conocidas: un boom inmobiliario resultado de una ley del suelo de 1998 de consecuencias nefastas para nuestra economía, una Ley de Contratos de la Administraciones Públicas que ha permitido a las distintas administraciones comportamientos irregulares y fraudulentos. 

La población en su conjunto contempla asombrada y estupefacta como los responsables de muchas de las entidades bancarias que han llevado a cabo una gestión negligente, se han llevado indemnizaciones millonarias.  Esas entidades han tenido que ser rescatadas por el Estado aportando grandes cantidades de dinero público para equilibrar sus balances. Pues bien, esas mismas entidades de crédito, han realizado malas prácticas que están siendo investigadas por los tribunales: obligaciones preferentes, las subordinadas, etc., que pueden ser calificadas sin ningún género de duda como verdaderas estafas a personas, la mayoría mayores de edad,  que tenían en esos bancos y cajas, sus ahorros de toda una vida. Además, y debido a la situación económica las familias con sus miembros en el desempleo no pueden hacer frente a una hipotecas desorbitadas por el aumento del precio de la vivienda que propició la burbuja inmobiliaria. Como consecuencia el desahucio, miles de familias han sido lanzadas de su vivienda habitual. Ha tenido que venir una norma de carácter europeo  para poner coto a esta situación lamentable, así los tribunales españoles están barajando otras opciones para que el impago de las hipotecas no desemboque irremediablemente en el desahucio. 

Pero en estas fechas que se conmemora el nacimiento del 15-M, tenemos que destacar que la sociedad civil aunque está adormecida y atemorizada como bien decía José Luis Sampedro, también da muestras de vitalidad y de lucha por los derechos de los ciudadanos. Ejemplos como la Plataforma contra los desahucios, la marea blanca de Madrid en defensa de una sanidad pública y la marea verde en defensa de una educación pública y de calidad. Todos estos ejemplos nos permiten concluir que debemos defender la democracia representativa, los ciudadanos debemos votar en las distintas elecciones a los partidos políticos, aunque deben ser más democráticos en su funcionamiento interno. Pero además la democracia debe ser participativa, tenemos que defender los derechos que han sido conquistados con mucho esfuerzo por esta sociedad: una educación pública de calidad, una sanidad avanzada, un sistema de pensiones justo, en definitiva, tenemos que conseguir que  las diferencias no se acrecienten en nuestra sociedad y se pueda conseguir ese principio y valor superior de nuestro ordenamiento jurídico que es la igualdad.
Manuel Espinosa Ramírez 


domingo, 5 de mayo de 2013

¿QUO VADIS EUROPA?

En un mundo multipolar, las naciones de Europa, con más de quinientos años de estados nación la mayoría de ellas, sin el proyecto europeo es muy probable que cayeran en la insignificancia dentro del orden mundial del siglo XXI. El proyecto europeo era una necesidad después de la segunda guerra mundial, y en estos momentos es una obligación de todas las naciones europeas de influir en el concierto mundial  política, económica y socialmente.
Los padres fundadores de la Comunidad Europea dieron un gran salto en la integración de naciones que habían estado durante toda su historia enfrentadas. Cada nación de Europa tiene su idiosincracia, su lengua, sus costumbres, su historia. Pero a partir del nacimiento de la Comunidad Europea empezamos a tener conciencia de que todas esas naciones por separado formaban una unidad a partir de valores y principios comunes: democracia, derechos humanos, que se plasmaron en los acuerdos fundacionales del Consejo de Europa.
Posteriormente, ya en los años ochenta y noventa grandes políticos dieron un impulso en la unidad de Europa a partir del Tratado de Maastricht,  donde comienza ya una integración política y económica, se hablaba de la Europa de los ciudadanos.
Y llegamos a la actualidad, en plena crisis económica, las instituciones europeas han desaparecido, han perdido influencia, los estados nación, sobre todo los estados acreedores como Alemania imponen sus condiciones a aquellos estados deudores. La Unión Europea de estados acreedores y deudores no se sostiene. Los egoísmos nacionales están floreciendo por doquier. Las fuerzas de extrema derecha aprovechan la situación de inestabilidad para hacerse fuertes.
La Unión Europea solamente tiene una salida, y es más Europa. Una Europa de los ciudadanos, una Europa donde las instituciones sean relevantes, y se cumplan los tratados para avanzar hacia unos Estados Unidos de Europa, donde los egoísmos nacionales no impidan el avance hacia una Unión en que tengamos una moneda verdaderamente única, un gobierno federal y por tanto una política fiscal y presupuestaria para toda la Unión. En ese momento, la Unión Europea será una potencia mundial difícilmente superable pues tenemos una historia, una tradición democrática y un potencial económico que todos juntos nos llevará a  mejorar las condiciones de vida de los ochocientos millones de europeos. La otra alternativa ya es de sobra conocida en Europa. No repitamos la triste historia de Europa de la primera mitad del siglo XX.



miércoles, 1 de mayo de 2013

1º DE MAYO: DÍA DEL TRABAJADOR



El violento desenlace de la huelga de Chicago de 1886 que reivindicaba la jornada laboral de 8 horas fue el origen del Día del Trabajador que hoy celebramos en todo el mundo. Los trabajadores pedían ocho horas para trabajar, ocho horas para descansar y ocho horas para estar en la casa. Han transcurrido muchos años desde estas protestas a finales del siglo XIX pero la lucha por los derechos de los trabajadores está hoy más vigente que nunca.

 El capitalismo y la ola neoliberal que lleva los designios de la política y la economía en el mundo actual con el pretexto de equilibrar los presupuestos, está desmantelando todos los derechos adquiridos por los trabajadores en los últimos setenta años.  El argumento es que no hay alternativa, el pensamiento único se ha impuesto. Cada vez más estamos ante una sociedad dual, los ricos más ricos y los pobres más pobres, abandonando las señas de identidad de la sociedad occidental (Europa y América) donde las clases medias configuraban un panorama de estabilidad y de acceso a bienes y posibilidades de ascenso social a grandes capas de la sociedad.  
  El factor trabajo es clave en la economía, por sí solos la tierra y el capital no son suficientes, por tanto para que exista progreso se debe aplicar intensivamente aquél. Obviamente, tenemos que tener en cuenta la tecnología que ha venido a revolucionar los procesos de producción, de ahí que los trabajadores deban tener más formación para que la productividad mejore. Y ahí es donde radica la solución para las sociedades modernas industrializadas, en la distribución de la  riqueza  que nos proporciona un uso intensivo del trabajo y la tecnología. Ahora bien, los neoliberales apuestan por la mano del mercado, que él asigne los recursos, pero en los momentos actuales es exigible una intervención más decidida del estado para que haga una redistribución de rentas y éstas lleguen a todos los sectores de la sociedad, así aumentará la demanda (el consumo) y saldremos de la crisis en que estamos inmersos desde hace cinco años. 
    
  






lunes, 29 de abril de 2013

LA POLÍTICA FISCAL EN EUROPA

Según el informe de EUROSTAT, la oficina estadística de la Unión Europea, España está a siete puntos de la media de los 27 países de UE en presión fiscal. A la cabeza está Dinamarca con un porcentaje del 47,7 por 100. España se sitúa en el 31,4 por 100, en los últimos lugares. Sin embargo, en España las rentas del trabajo son gravadas por encima de las rentas del capital, al contrario que Francia, Reino Unido o Portugal donde éstas últimas aportan más que aquellas. En cuanto al impuesto de sociedades estamos en la media comunitaria. Del análisis de estas cifras tenemos que concluir que España tiene margen para subir los impuestos, ahora bien antes el gobierno tendría que combatir con más firmeza el fraude fiscal que en nuestro país se sitúa en torno al 20 por 100 de PIB según cifras optimistas. Pero es necesario que no recaigan todos los esfuerzos sobre las rentas del trabajo, sino que tienen que aportar más las rentas del capital, y sobre todo las grandes fortunas.

  EUROSTAT - Évolution de la fiscalité dans l'Union européenne

domingo, 28 de abril de 2013

DESAPARICIÓN DE LOS PARAÍSOS FISCALES

Una condición sine qua non para que la economía mundial, y sobre todo la eurozona, se alejen del fantasma de la crisis en la que está instalada desde hace cinco años es la prohibición, erradicación y desaparición de los paraísos fiscales. Con una estructuras fiscales insolidarias e insuficientes los estados modernos no pueden cumplir con las obligaciones del Welfare State (Estado de Bienestar), tal y como se concibió después de la segunda guerra mundial. Los paraísos fiscales son verdaderos agujeros negros que engullen ingentes cantidades de dinero que las multinacionales y las grandes fortunas cubren de opacidad para no cumplir con sus obligaciones tributarias. Por tanto, en etapas de crisis los estados no pueden disponer de estos recursos económicos y deben endeudarse en exceso para equilibrar sus presupuestos. Toda esta situación tiene como consecuencia la desesperanza y la condena a la exclusión social para amplias capas de la sociedad de los países de los que se extraen los capitales.